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Ministerio Médico
Entrega de medicamentos durante las Clínicas de Salud.

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En estos tiempos han surgido diferentes pensamientos erróneos en cuanto a la educación sexual de los jóvenes, uno es: los jóvenes de hoy día saben mucho más del sexo que los jóvenes de ayer. Aunque usted diga esto y con ello quiera quitarse un peso de encima, no deja de ser una responsabilidad instruir a nuestros adolescentes a vivir una vida de pureza. Este tipo de pensamiento es el que nos ha llevado a ignorar nuestro compromiso de instruirles. Puede que los niños a muy temprana edad sepan como llevar a cabo el sexo y con cuáles órganos, pero no significa que estén emocionalmente listos para efectuar este acto. Si usted como adulto empieza a indagar el nivel de madurez que hay en cuanto al tema en el ámbito juvenil, se dará cuenta de la gran confusión en torno al mismo. Sobre todo en nuestro ámbito cristiano donde el tema es muchas veces evitado hay jóvenes que no entienden para nada lo que está bien o mal. Un muchacho me preguntó una vez: “Adriel: ¿Es malo querer besar a mi novia todo el tiempo que estamos juntos?” he escuchado ciertas cosas como desde si es malo tomar la mano de la novia cuando se está en el culto, hasta oír que perder la virginidad no es un delito, sino un derecho de cada quien.
El mundo ha querido minimizar la responsabilidad y degradar el significado de la sexualidad, muchos me han dicho: “conferencista, usted pone las cosas más grande lo que son” mi respuesta siempre es la misma: “no es mi culpa que las cosas estén tan grandes”.
Una de las cosas que Dios más aborrece en su Palabra es la inmoralidad sexual. Usted me dirá: “Bueno, Si Dios es tan moralista y santo como Él dice ser, ¿Por qué creó al ser humano desnudo?” sin titubeos y rápidamente le contestaría “porque Él no creó la inmoralidad”. Vamos a leer lo qué pasó con la pureza cuando el pecado entró en el corazón del hombre y por consecuencia la inmoralidad, la perversión, etc. Etc.:
Gén 3:7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
Tomando este pasaje nos damos cuenta que inmediatamente que pecan ocurren dos cosas interesante, la primera es, buscaban un culpable. Y el hecho no es simplemente quitarse la culpa de encima sino, como el orgullo entró en ellos y ya no querían reconocer el mal que habían hecho. De hecho querido amigo, todos pensamos de esta manera, no nos gusta que nadie nos diga que somos culpables de nuestros pecados y que pagaremos por ellos delante de Dios algún día, sean pecados sexuales, o de cualquier otra índole, nuestra culpa está delante de Dios y solo Él puede quitarla.
Lo segundo que ocurrió es que fueron abiertos los ojos de ambos, conociendo así que estaban desnudos. Aquí empieza el hombre a darse cuenta de lo que estaba bien y de lo que estaba mal. Ya no eran simple almas inocentes, eran capaces de tramar la maldad, de guardarla en su corazón, de anidar la iniquidad. No se habla más de sus pecados, pero vemos que apena su hijo Cain se convirtió en el primer homicida de la humanidad. Los ojos representan la luz del alma, Jesús dijo con respecto a ellos.
Mateo 6:22
“El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz”.
En cuanto a los pecados sexuales los ojos son los causantes de tanta perdición, poner la vista donde no debemos, es como poner las manos en el fuego. Es mejor llegar al cielo con un ojo que con los dos al infierno, dice Jesús. No estamos hablando de mutilación física, sino, de cortar con todo aquello en nuestra alma que arrastra al pecado.
Después que los ojos de Adán y Eva fueron abiertos, conocieron que estaban desnudos. No significa que eran estúpidos y que no sabían lo que ambos tenían en sus cuerpos, sino, que por primera vez sintieron vergüenza. Vergüenza que sufren todos aquellos que han cometido o cometen actos de inmoralidad. Muchos se alegran de ciertos estilos de vidas, pero siempre pagan muy cara las consecuencias, puede ser en nueve meses, o puede ser en años. Adán y Eva sintieron tanta vergüenza que fueron a buscar hojas para taparse, por la vergüenza que tenían entre ellos y delante de Dios. Hay jóvenes que andan buscando esas hojas donde intentan esconder sus vergüenzas. Muchas veces es en las excusas causada por los pensamientos humanistas y carnales, como por ejemplo, “el sexo está de moda”. Escuché esto en una película y me sorprendí mucho porque me pregunté: ¿Pero si toda la humanidad lo ha necesitado desde el principio para procrearse? ¿Cómo puede ser una moda, si es una necesidad?; otros dicen “Todos lo hacen” este es el típico consuelo de tontos. Aquel que ha manchado su cuerpo y que ha despreciado el puro aprecio de su virginidad normalmente se tornan en este tipo de pensamiento. “Todos lo hacen” no es una excusa para hacer lo incorrecto. Así también el que fuma, bebe, roba, dice: “ Todos lo hacen”. Eso es equivocado, hay jóvenes que se cuidan, ponen su atención en superarse, luchar en la vida, tienen la mirada en alto, en hacer lo correcto y esperar el tiempo correcto. El problema no es que “Todos lo hacen”, el problema es que se toma el ejemplo de aquellos que viven totalmente erróneos.
Adán y Eva llegaron a conocer lo malo y bueno después de adulto, hoy se nos empieza a enseñar desde que somos niños. Lo que pasa es que más bien no nos interesa mucho obedecer ni hacer caso a los mandatos de Dios y peor, aún intentamos justificar nuestras malas acciones. Hay que darles crédito a Adán y a Eva que por lo menos trataron de taparse con lo que encontraron a mano, pero esto lo hicieron por la vergüenza, remordimiento, temor, y esa sensación de culpa que queda después de haber hecho algo que sabes que estuvo en contra de la ley de Dios y tu conciencia.
Hasta el momento en que pecaron contra Dios nunca habían sentido vergüenza ni remordimiento, tampoco culpabilidad ni temor.
Antes se sentían seguros y libres de estar en la presencia de Dios, ahora se estaban ocultando de Aquel que los creó y en cuya presencia ellos podían estar libremente.
Génesis 3:8
Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
Entonces esto fue lo que pasó con la pureza:
El hombre y la mujer que antes vivían desnudos y gozosos delante de la presencia de Dios, ahora se escondían debido al pecado, pero no se quedó ahí, este marcó sus vidas (y ha marcado las nuestras también) con remordimiento, culpabilidad y vergüenza. Por eso amigo mío se necesita a Cristo, para quitar todas estas cosas que nos hacen infelices. Y ocultarse de Dios no da resultado, porque hay muchos jóvenes que piensan que por hacer las cosas en lo oculto, donde los ojos humanos no le ven, van a quedar sin consecuencias, siendo la primera de todas, la separación de Dios. El que ve pornografía se siente aliviado de que nadie le está mirando; aquellos jóvenes que tienen relaciones sexuales a escondidas, bajo miedo y estrés de ser sorprendidos, creen que han salido victoriosos y que han realizado una expresión entre comillas de “amor” que según ellos Dios apoya; para llegar a mi hogar puedo tomar dos rutas, una es, por una calle luminosa y transitada, y la otra es, por una calle solitaria, cuando paso por esta última a alta horas de la noche, es común para mi encontrar carros parqueados, parejas de jóvenes en motocicletas teniendo incluso sexo oral, y uno se pregunta ¿No les da vergüenza? ¿Dónde está el respeto por si mismos? ¿Siente la joven que el hombre que la esconde y la humilla en una vía pública la ama?
La culpabilidad y vergüenza no nos desamparan al momento en que pecamos, imagina un adultero, en el momento del sexo con alguien que no es su cónyuge, puede sentir el éxtasis y la satisfacción, pero al llegar al hogar y ver a su esposo o esposa, sus hijos si ya tienen, entonces el remordimiento se apodera del corazón haciendo desaparecer esas maravillosas sensaciones que estaban experimentando con el amante.
La culpabilidad, el temor, la confusión, el resentimiento, que sienten aquellos que han caído en perversiones sexuales, es solamente una consecuencia lógica de haber desobedecido la Palabra de Dios. Caer en pecados sexuales es de los comunes, pero evitarlo, es de sabios y de personas que intentan hacer la voluntad de Dios.
¿Qué ocurrio con la pureza?

Los Soldados
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