Juan 4:34 dice: "Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra."  ¿Existirá algo que produzca más sustento que cumplir con la voluntad de Dios? ¿Podremos encontrar algo que nos brinda más satisfacción que ser obedientes y dependientes de la voluntad del Señor? Jesús entendía estas dos situaciones, pues esto resumía la totalidad de su vida. 

 

El evangelio de Juan es un Evangelio Espiritual y de esta manera nos lleva a la persona y a la obra de Cristo, nos enseña las señales del Señor, nos enseña a creer en Él y nos muestra el camino a la vida Eterna. 

 

Jesús era conocedor de la palabra, Él es la Buena Nueva y en el libro de Deutoronomio encontramos ejemplo de esto, cuando el tentador lo retó en el desierto después de su bautismo en las aguas del Jordán: "No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios." (Deutoronomio 8:3).

 

Aun cuando los discípulos pensaban en comida material, "entre tanto, los discípulos le regaban diciendo: Rabí, come. Él respondió que "mi comida es que haga la voluntad del que me envió."

 

No existe comida material que sustituya el alimento espiritual que nos brinda la palabra. El desarrollar los proyectos que Dios pone en el camino brindarán paz en tu corazón, esperanza en tu vida y un alma dispuesta para acabar la obra que Él comenzo. 

 

 

No solo de pan

Dr. Rafael Ruiz