


Entrega de medicamentos durante las Clínicas de Salud.

QUINTA
BIENAVENTURANZA
Dr. Rafael Ruiz
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.” Mateo 5:7
Mostrar misericordia tiene dos sentidos. El primero está relacionado con la compasión que se compone de sentimientos y reacciones. Responder a la necesidad humana con compasión se halla en el centro de aquello que consiste ser misericordioso.
La segunda está profundamente relacionada con perdonar y ser perdonado.
El dar y recibir misericordia, el perdonar y ser perdonado se relaciona a su vez con tres preguntas:
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¿Perdonamos a los demás como Dios nos perdona a nosotros?
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¿Perdonamos primero para que Dios nos perdone después a nosotros?
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¿Nos perdona Dios y después somos capaces de perdonar a los demás?
Mateo 6:12 pide a Dios “y perdónanos nuestras deudas como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Aquí parece como si ambas formas de perdón ocurrieran en paralelo.
Lucas 11:4 nos dice “y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos lo que nos deben”. Está traducción afirma que debemos perdonar a los demás antes de acercarnos a Dios en busca de perdón para nosotros mismos.
Veamos la historia del siervo que no perdonó en Mateo 18:23-35. Su amo le perdonó a él primero, pero él se negó después a perdonar a otro criado. Fue condenado por ello; como declara la palabra en 1 Juan 4:19 “amamos porque Él nos amó primero”.
¿Cuál de los tres modelos explica mejor esta bienaventuranza? En nuestra lucha cambiante por ser fiel, las tres misteriosamente tienen sentido. No encajan de forma lógica pero, ¿quién ha dicho que la misericordia y el perdón sean lógicos?
Mostrar misericordia o perdonar es extremadamente difícil cuando se ha recibido un daño profundo. La alternativa es la autodestrucción y pasar estos agravios de generación en generación es convertirse en una fuerza destructiva para la vida de los demás.
Los bienaventurados escaparán de estos ciclos porque mostrarán misericordia.
La bienaventuranza termina diciendo que el misericordioso “alcanzará misericordia”.
¿De quién la conseguirá? De nuevo Jesús utiliza un pasivo divino. Es decir, el misericordioso obtendrá misericordia de Dios.
Es posible que la misma escasee en tu vecino, pero la de Dios nunca faltará.
Tema: Las Bienaventuranzas | Por: Dr. Rafael Ruiz
